Política
Primicia: Esto revela el documento completo con el que las Farc reconocen ante la JEP su responsabilidad en secuestro
Muchos de los firmantes, hoy congresistas, señalan que reconocen que hicieron parte de crímenes en el marco del conflicto.
SEMANA tuvo acceso en primicia al documento completo, de más de 390 páginas, con el que las Farc reconocen su responsabilidad en el denominado caso 01, de secuestro.
En primer lugar señalan: “Reconocemos que cometimos secuestros y otras conductas reprochables que corresponden a crímenes internacionales. Además, honramos la valentía y la generosidad de las víctimas que directa o indirectamente se han acercado a la Jurisdicción Especial Para la Paz confiando en la implementación del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera”.
Luego señalan que desde septiembre de 2019 le entregaron a la JEP la versión voluntaria nacional colectiva de las antiguas FARC-EP y que fue allí, “sobre lo que en ese momento denominamos políticas de retenciones (término usado de acuerdo con la calificación que en aquel momento le daba la Sala al caso), [que] reconocimos la existencia de políticas de secuestro e identificamos los fines bajo los cuales se ejercieron dichas políticas: a) financieros, b) intercambio humanitario, c) dinámicas de control territorial y de la población civil, y d) en enfrentamientos con la fuerza pública para obtener ventaja militar. En la misma versión se dio una explicación sobre las condiciones que vivieron los secuestrados para dar respuesta a los interrogantes formulados por la Sala”.
Uno de los temas más polémicos es que en el documento reconocen que aunque estaba prohibido por la organización, ocurrieron malos tratos contra las personas en cautiverio.
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“Estas circunstancias se dieron en el contexto de las difíciles condiciones en las que nos tocó vivir durante la guerra a quienes hicimos parte del conflicto. Tales conductas nunca debieron ocurrir y por eso pedimos perdón. Hoy reconocemos que estos hechos constituyen crímenes de guerra y de lesa humanidad”, señalan.
¿Qué dice Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko?
En la narración que hacen las Farc, en uno de sus apartes, habla Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko quien advierte a la JEP: “Reconozco mi responsabilidad por la política de “retener” oficiales y suboficiales capturados, en operaciones o acciones militares, por razones humanitarias y posteriormente para “canje” con el fin de buscar un intercambio de prisioneros políticos de las FARC-EP”.
Posteriormente, Londoño explica que debido a su rol de mando como miembro del Secretariado y por mi participación en el Pleno del Estado Mayor Central de 1997, instancias en las cuales esta política fue asumida. Sin embargo, desde que asumí la comandancia de las FARC-EP, a finales de 2011, esta política dejó de aplicarse.
“Todo lo anterior involucra hechos de violencia sexual, tratos crueles y otros crímenes que hubieran ocurrido, aislada o de manera concurrente. En todo caso nunca fue una política de la organización aprovechar la condición de la captura y posterior secuestro o privación de la libertad para cometer hechos de violencia sexual”, asegura. Sobre este punto, aclara que, por el contrario, era una conducta prohibida estatutariamente y castigada cuando era conocida por las comandancias o cualquier instancia superior.
¿Qué dice Julián Gallo conocido como Carlos Lozada?
Carlos Lozada explica que asume responsabilidad por dar continuidad a la política que se determinó por la organización de retención de oficiales y suboficiales con el fin de exigir el canje humanitario. En su reconocimiento, señala Lozada lo siguiente: “hoy somos conscientes de las consecuencias que el cautiverio tuvo sobre los prisioneros. El dolor que causamos al mantenerlos privados de libertad, sin tener las condiciones de dignidad que requerían, la imposibilidad de tener contacto con sus seres queridos, las cadenas y las múltiples situaciones que debieron vivir durante esos años de cautiverio no se justifican, aunque esta opción fuera acorde al DIH”.
“Es cierto que, para el pleno del EMC de 1997, cuando se tomó la decisión de buscar un acuerdo humanitario con el gobierno, yo no ostentaba calidades que me permitieran deliberar sobre dicha acción. Sin embargo, el auto establece que participé en el pleno del año 2000, lo cual no es cierto; en esa fecha me encontraba en la ciudad de Bogotá, en mi condición de comandante del Frente Urbano Antonio Nariño. Pese a lo anterior, para el año 2011 asumí responsabilidades en el Secretariado y, aunque al año siguiente pusimos fin a todo secuestro, liberando a quienes continuaban privados de su libertad, asumo responsabilidad por aquellos policías y oficiales que continuaban en cautiverio para ese entonces”, explica Lozada.